LAS ULTIMAS HORAS DE KUKULLAGA

BERANGO. Es la crónica de un desahucio anunciado. Este próximo martes se ejecutará el desalojo del caserío Kukullaga Goikoa de Berango. Si ningún procedimiento judicial lo impide, la pareja de ancianos baserritarras propietaria del inmueble -tasado según unas fuentes en 540.000 euros y según otros interlocutores, en 440.000 euros-, tendrá que ceder su hogar a un prestamista por no poder hacer frente al pago de una serie de préstamos.

Este martes finalizan, asimismo, casi dos intensas semanas de reuniones a dos y tres bandas para intentar llegar a un acuerdo que satisfaga a las partes y suspenda la orden de abandono del caserío Kukullaga Goikoa por no poder hacer frente a un préstamo de 25.900 euros solicitado para rehabilitar el tejado del caserío. La alcaldesa de Berango, Ana Landa, ha capitaneado todas las acciones destinadas a impedir el desahucio. "Han sido once días de locura intentando mediar para impedirlo", asegura la primera edil.

ALCALDESA DE BERANGO

Mediación activa

Ana Landa ha tomado parte activa en todo el proceso, que dio comienzo el 9 de septiembre cuando los baserritarras, asociados del sindicato EHNE, se pusieron en contacto con su departamento legal para que les asesorara y tratara de impedir la ejecución del desahucio fechado el 27 de septiembre. ¿La razón? No poder afrontar un préstamo solicitado para rehabilitar el tejado de su caserío, reforma que a fecha de hoy, está ya ultimada.

Ese mismo día, "me pusieron al tanto del problema y, de la misma, empecé a buscar información para encontrar algún recoveco que les sirviese de ayuda. Era consciente de que la ejecución del lanzamiento era inminente y puse este tema entre mis prioridades", afirma Landa. Al día siguiente, la regidora mantuvo un nuevo encuentro con los afectados y el jueves de la semana siguiente comunicó el problema a la junta de portavoces del Ayuntamiento. De común acuerdo, el conjunto del arco político reconoció que no tenían mucho margen de maniobra en representación del Ayuntamiento, pero acordaron prestar su ayuda en la medida de sus posibilidades, rememora la máxima autoridad de Berango.

El viernes anterior al desahucio, "intenté mantener una reunión con el prestamista para exponerle la intención de la familia por alcanzar un acuerdo, pero no obtuve ninguna respuesta", de modo que Landa no tuvo otro remedio que mediar con la comisión judicial. La negociación dio sus frutos y consiguió el aplazamiento que expira este martes. Las razones de la momentánea suspensión obedecen al traslado del ganado, que no ofrecía garantías de hacerse en buenas condiciones, y a la presencia de dos unidades familiares más en la casa.

Landa consiguió así un balón de oxígeno, pero era consciente de que el tiempo corría en su contra, así que se puso a trabajar en tres líneas de actuación como son la judicial, la institucional y la privada.

En primer lugar, expuso el caso ante las Juntas Generales de Bizkaia, desde donde le ofrecieron su apoyo. En segundo término, se reunió con los abogados del prestamista para intentar cerrar algún acuerdo, así como con el propio sujeto en privado. "Al principio, se negó a protagonizar ningún acercamiento", expone la regidora. Sin embargo, la presión hizo mella en él y ofreció un pacto. Landa asegura en este sentido que "aún hay esperanza de que no se lleve a término el desahucio", al tiempo que hace un llamamiento "a las instancias competentes para que hagan lo posible para que la legislación cambie y evite este tipo de situaciones". También solicita que se "imponga un mayor control sobre este tipo de prácticas".

LOS BASERRITARRAS

Una vida en Kukullaga

El matrimonio ha dedicado toda una vida a su caserío y al trabajo por mantener sus tierras y su ganado. Ninguna entidad bancaria les concedió un préstamo con el que afrontar las obras de reforma del tejado, por lo que acudieron finalmente a "una entidad de crédito instantáneo". El periplo, que dio comienzo el 7 de septiembre de 2005 cuando piden un primer préstamo, se consumaba con el aviso de desahucio por no poder hacer frente a un tercer préstamo de 25.900 euros a pagar en tres meses. Antes, habían solicitado dos préstamos más al mismo fiador, "uno por 44.500 euros y el segundo, por 135.000 euros". Según EHNE, del primer préstamo solo recibieron 20.600 euros; del segundo, 22.400 euros, por lo que se vieron obligados a solicitar un tercero, del que obtuvieron 9.000 euros. EHNE también admite que "todo es legal. Hay cheques bancarios que certifican las cantidades prestadas. Sin embargo, los asientos bancarios de los baserritarras confirman que solo recibieron las cantidades mencionadas", advierte.

SINDICATO EHNE

Defensa de los afectados

El departamento legal del sindicato agrario EHNE fue conocedor del caso de la pareja de Berango el 9 de septiembre, cuando los afectados, asociados de la organización sindical, recurrieron a ellos en busca de ayuda legal para evitar quedarse sin su propiedad. "Para nosotros fue un shock conocer su estado y lo peor es que apenas tuvimos margen de actuación porque el desalojo tenía que producirse el 27 de septiembre", recuerdan. Durante ese tiempo, obtuvieron una fotografía muy real de la situación protagonizada por los titulares del caserío Kukullaga Goikoa quienes para llevar a cabo la reforma del tejado de su vivienda y fuente de ingresos, intentaron conseguir un crédito entre cajas y bancos, sin lograrlo, por lo que recurrieron a estos préstamos, "con unas condiciones abusivas cuyo interés de demora alcanzaba el 29%", denuncia el sindicato.

En el periodo que ha transcurrido desde que empezaron a llevar el caso, EHNE no ha dejado de batallar alegando defectos de forma, como el de que en el caserío conviven los hijos, "que también tienen sus derechos"; que el aviso de la retirada del ganado no se había hecho en condiciones, o que el desalojo podía afectar negativamente a la salud del propietario, un anciano de 80 años, que se encuentra enfermo. Aunque EHNE reconoce que "en la actualidad hay poco que hacer judicialmente porque ya casi se han agotado todas las vías legales", apunta a un último recurso basado en el derecho preferente que tienen los hijos en el territorio vizcaino a hacer una contraoferta cuando se enajena un bien. En estos momentos, están a la espera de que el juez se pronuncie en este sentido. De manera paralela, también están negociando con la parte prestamista, pero no logran llegar a ningún acuerdo.

Pese a estas posturas encontradas, tienen esperanzas en que el martes no se llegue a ejecutar el desalojo. De momento, ya han solucionado el problema del ganado porque el que se aplazó el lanzamiento del 27 de septiembre. Para solucionar este escollo, han hablado con Diputación, que se encargará de dar una salida digna a las cabezas de ganado de los propietarios de Kukullaga Goikoa.

LA DEFENSA DEL PRESTAMISTA

En busca de acuerdo

Los representantes legales del prestamista, por su parte, niegan todos los datos ofrecidos por el sindicato EHNE. Según la letrada que lleva el caso, María Rivero, "todo es falso, desde el precio de adjudicación hasta el valor de tasación". La letrada indica además que "todo es legal y se puede probar porque hay cheques bancarios, escrituras públicas; hablar tan gratuitamente expresando que esto es un abuso es gratuito", critica. A renglón seguido, recuerda que se trata de "una ejecución de 2006. Los propietarios son conocedores desde hace mucho tiempo de que se iba a ejecutar el desahucio si no pagaban. Aunque se trata de un plazo de tres meses, se les da la opción de un pago a cinco años, pero siempre con pagos aplazados. Pero no han pagado nada, ni 100 míseros euros", explica.

Rivero admite que "cancelaron una de sus responsabilidades porque vendieron una propiedad en 2007, pero nada más. Fue entonces cuando interpusieron una demanda en la que hablaban de abuso, de estafa, etc., pero la denuncia fue sobreseída y archivada". Según la abogada, "recibieron todas las facilidades para hacer los pagos, pero no afrontaron ninguna deuda". La abogada es partidaria de sellar un acuerdo, y han planteado una oferta, pero "lo único que hemos recibido es una contraoferta sin asumir ningún compromiso en serio".