Berango congregó a 700 personas

dE deia.com / 12-04-2009

EL
 año pasado el mal tiempo obligó a suspender la Pasión Viviente de Berango. Esta vez la lluvia volvió a interferir en una representación que comenzó a las 20.30, pero no lo suficiente para provocar una nueva cancelación. Así, 700 personas vieron cómo Arkaitz Fernández se metía en la piel de Jesucristo en sus últimas horas de vida. 

Pero, además de la espina clavada, había otro motivo más fuerte : "rendir homenaje a nuestra compañera María Basaguren, que siempre participaba y falleció quince días después del Viernes Santo del año pasado", explicó Josune Pascual, que encarnó a la Virgen María. 

En Berango la Pasión se representa a través de una veintena de escenas que narran con gran minuciosidad estos episodios clave para el cristianismo: "la última cena, el juicio del Sanedrín, las comparecencias del preso ante Herodes (el punto en el que hubo que interrumpir el acto el año pasado) y Pilatos, el Vía Crucis y la crucifixión". Las estaciones discurren entre otros lugares por la fachada del Ayuntamiento, las calles Simón de Otxondategi y Elezbide y el parque municipal. 

Una de las pocas historias cuyo desenlace se conoce de antemano terminó en las tres cruces que permanecen en su sitio durante todo el año esperando recuperar su protagonismo. "No se han movido de ahí en treinta años", subrayó Pascual. 

Las 250 personas que cada año se involucran para llevar a cabo esta escenificación se mostraron "contentas por cómo han salido las cosas", y pidieron que el año que viene la climatología no vuelva a empañar un trabajo de meses.